Mi primer cooperativismo
- Adriana Rangel

- 27 sept
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 sept
Tengo un grupo de amigos que nació de rodar y alzar la voz por la movilidad en la ciudad. Un día, Rodri nos habló de cooperativismo. Nos citó porque tenía algo en mente y quería compartirlo: crear una cooperativa de creativos. Esa tarde nos explicó desde lo más básico —tipo glosario del cooperativismo— hasta cómo soñaba, a 20 años, todo organizado en Excel y documentos. Lo que me quedó grabado fue: una empresa que es de todos, donde juntos decidimos cómo repartir el dinero. Su pasión era tan grande que era imposible decirle que no, aunque todavía no entendiera bien de qué se trataba. Al final, todos dijimos que sí.
Las reuniones se volvieron frecuentes. Hablábamos de qué es el cooperativismo, cómo se organiza internamente y, un día, le dimos nombre: La Coopera. Así, sin complicaciones. Ese nombre salió fácil porque lo que más nos movía era imaginar cómo lo íbamos a lograr, qué proyectos queríamos impulsar y qué pasos dar para consolidarnos legalmente. Pronto descubrí que no se trataba solo de repartir ganancias: también era ahorrar, tener un seguro, invertir en el futuro y apoyar a otros. ¡Woow! Yo quería saber más. Llegaba a mi casa y buscaba en YouTube: cooperativas en México. Me eché todo el chisme de la Cooperativa Pascual… y a veces sentía que nos parecíamos un poquito a ellos.
El primer proyecto llegó rápido: un video para el IEEQ. Rodri armó un Excel con presupuesto, gastos, bolsa de trabajo, utilidad y cronograma. Nos organizamos y, como Power Rangers, unimos talentos para sacarlo adelante. El día de grabación se sintió como una rodada: amigos creando algo juntos.
Al final vino el pago y el reparto justo entre todos: actores, maquillistas, editores, fotógrafos. Cada decisión se votaba en nuestro chat de WhatsApp, con transparencia y confianza.
Con ese primer ejercicio entendí que ser cooperativista es: aprender juntos, organizarnos y hacer que cada idea cuente entre los involucrados.
Para cuando escribo esto, han pasado muchas cosas… Como adelanto, ya nos consolidamos: tenemos un acta constitutiva donde cinco amigos nos comprometimos al crecimiento de La Coopera, una cooperativa en la industria naranja.
Gracias por leerme. Y si algo de esta historia te movió, te invito a seguirnos de cerca: a sumarte, colaborar o simplemente compartir lo que hacemos. Porque el cooperativismo crece así: con más personas creyendo en lo colectivo.




Comentarios